sábado

simulan algunos pies que pisan ciertas baldosas, que avanzan, que dejan cosas atrás sin mirarlas con los talones. Mas sin embargo creo que muchos dan vueltas manzanas y no reciben otras naranjas, se acercan al torneado vértice de las esquinas y les agarra vértigo, las disonancias que se comentan sobre la senda peatonal asustan tanto como decir "Stalin" o "Thelonius Monk", un suspiro! y la vuelta del organito es lo único que se permite escuchar, um pa um pa um pa um pa y la momificacion de los oidos sin ser luego arrojados a navegar por un oscurantisimo Nilo o a pernoctar en prismisimas piramides.
Desde una terraza se ve dos puntos . .